Reducción de senos
17 marzo, 2014Dismorfia corporal – Trastorno de la auto imagen corporal
7 octubre, 2014Como si de una escultura se tratara, los cirujanos plásticos y reconstructivos pueden moldear, perfilar, rebajar y abultar zonas, reposicionar elementos y hasta reconstruir zonas dañadas del cuerpo humano.
Franklin Peña, cirujano plástico y reconstructivo, comenta que aunque la cirugía estética es muy popular, conforma solo una de las dos ramas en que se divide la cirugía plástica. La segunda rama la compone la cirugía reconstructiva.
“La cirugía reconstructiva es especial porque oímos menos de ella. Consiste en reconstruir la función que se ha perdido a causa de un accidente, un trauma, una malformación congénita, una quemadura”, explica Peña. Añade que la cirugía estética, en cambio, tiene que ver con embellecer el cuerpo, conseguir la belleza perdida con los años, por embarazos que a veces hacen estragos o la que no se ha tenido por naturaleza.
Ambas ramas son complementarias y tienen como fin común ayudar a mejorar la apariencia humana, un factor esencial para una autoestima saludable.
CIRUGÍA DE MANOS
En el país la cirugía reconstructiva más realizada es para corregir traumas de mano, en especial las lesiones de tendón, comunes en riñas a machetazos o arma blanca. “En estos casos casi siempre es posible recuperar tanto la apariencia como la funcionalidad”, explica Franklin Peña, cirujano plástico. Destaca que mientras más rápido se opere al paciente en estos casos, mejor recuperación habrá.
En busca de la función
La cirugía reconstructiva parece la “hermana fea” de la cirugía estética, sin embargo no lo es tanto, y suele ser, en muchos casos, mucho más útil.
“Siempre escuchamos que alguien se puso implantes o se hizo una lipoescultura, pero se oye poco de los trabajos reconstructivos”, dice el cirujano plástico Franklin peña.
Comenta que en los inicios de esta especialidad médica las guerras jugaron un papel fundamental en su desarrollo. Ante las mutilaciones y heridas en combate los médicos comenzaron a improvisar tratando de resolver con lo que tenían.
En cambio la popularidad de la cirugía estética ha crecido apadrinada por los medios de comunicación y su promoción de los cuerpos deseables, “un estereotipo que en realidad no es algo divino, porque ¿quién dice que el cuerpo de Barbie es perfecto? Nadie, pero los medios de comunicación se han encargado de promoverlo, desde Hollywood con personalidades como Pamela Anderson o Michael Jackson que son ejemplos del exceso de cirugía plástica”, explica Peña.
En el país la cirugía reconstructiva más realizada es la corrección de traumas de mano, en específico las lesión de tendón. Estos casos resultan delicados por la importancia de las manos, con las que la mayoría nos ganamos la vida y podemos valernos por nosotros mismos.
“En los hospitales es un caso muy común que al paciente le dan un machetazo en el antebrazo, se lesionan los tendones y la mano no funciona. Cuando se cortan esos tendones los dedos no se mueven, pero con una cirugía de una hora se conectan los tendones y a las tres semanas el paciente tiene su mano funcionando, quizás no en un cien por ciento, pero en un 90 o 95 por ciento. Cuando se cortan los nervios sí podría perder un 15 por ciento de movilidad o sensación”, explica el galeno.
Un dedo amputado puede reubicarse, “solo hay que contar con un microscopio y un cirujano de manos. En el país tenemos tres de estos especialistas, pero hay pocos microscopios”, dice Peña. Si se pierde solo la punta de los dedos no se puede reubicar porque los vasos sanguineos son muy finos y no pueden unirse. Si es de la mitad o el dedo completo sí puede salvarse el dedo.
Y también las manos: “Hemos tenido casos de amputación de mano donde se puede reconectar todo y el paciente recupera la función, quizá no total, pero en 80 o 90%”, explica Peña.
En el rostro suelen practicarse las cirugías reconstructivas más arriesgadas, pues allí es vital recuperar la funcionalidad, pero sobre todo la apariencia. “He tenido casos de pacientes con accidente de motor donde se les desprende una parte o la totalidad del rostro y se puede reconstruir obteniendo cicatrices mínimas o imperceptibles. Sin la cirugía el paciente quedaría desfigurado”, dice Peña.
La sutura
Suturar es parte de los trucos de la cirugía plástica. Es lo primero que un cirujano debe saber: hacer las cicatrices poco visibles, casi imperceptibles.
“Hay mucha gente que tiene la idea de que la herida va a desaparecer. Las heridas no desaparecen, las cicatrices son para siempre. El objetivo es que no se vean o que se vean muy poco”, comenta el médico.
Para conseguirlo se hace una sutura subcutánea o intradérmica, el hilo va por debajo de la piel. Esto evita que se puedan formar queloides en la herida, aunque en ocasiones ese engrosamiento de la cicatriz ocurre.
“Hay tratamientos para el queloide. Los tres básicos son, primero poner una banda de silicón sobre la herida para presionarla y evitar que se engrose. Si aún así aparece el queloide, el segundo paso es inyectar triancinolona, un esteroide que hace que las células que cierran la herida, los fibroblastos, no se multipliquen. Si aún asi hace queloide, se aplica radiación localizada”, detalla el experto.
Quemaduras
Otra cirugía reconstructiva frecuente en el país es la de quemados. “Es traumatico”, dice Peña. Comenta que cuando un paciente se quema nunca volverá a ser como era antes de esa quemadura de segundo o tercer grado.
Pero sí se puede recuperar algo de función. “Cuando alguien se quema un brazo no puede moverlo porque la cicatriz hace una contractura. En cirugía se corrige usando injertos de piel”, dice Peña. La función se recobra, con lo que la persona podrá volver a ser productiva, pero la estética no se restablece.
Hay casos de niñas con quemaduras graves en el torso que no verán un crecimiento normal de sus senos: “A futuro podría resolverse con expansiones de tejido y la colocación de implantes que se llenan poco a poco. Va a tener la forma del seno, pero con cicatrices en la piel quemada”.
Labio leporino
De las malformaciones congénitas la que es más frecuentemente tratada es el labio leporino.
“Una sola cirugía no es suficiente y tampoco un cirujano puede hacerlo solo, en ocasiones se necesita también un cirujano maxilofacial, cirujanos ortodoncistas y terapeutas del habla. Pero depende del caso”. Los casos leves solo presentan el labio abierto, pero otros tienen también paladar hendido, lo que es más complejo. NO DEJE PASAR MUCHO TIEMPO
“El tiempo que pasa desde que se produce el nacimiento, un trauma o una quemadura, hasta el momento de la cirugía debe ser breve, mientras más rápido se opere mejor”, dice Franklin Peña, cirujano plástico.
Lo mejor es hacerlo en las primeras horas. Si llega a pasar un mes sólo se conseguirá un 50% de la funcionalidad que se podía recuperar al inicio.
Peña hace énfasis en que, en la cirugía plástica, estética o reconstructiva, el paciente debe estar atento a los cuidados indicados por su médico y seguirlos al pie de la letra y debe mantenerse la comunicación con el médico.
Peña comenta que en el país se cuenta con todos los equipos y profesionales capaces para ejercer la cirugía reconstructiva, pero lamentablemente no todas las personas podrán acceder a los procedimientos.