En heridas por quemaduras siempre recalcamos la importancia de la prevención. Es de suma importancia sobre todo estar atentos y bien pendientes de los menores.
Lamentablemente más del 70% de los pacientes con quemaduras que recibimos en nuestro servicio de cirugía plástica en el Hospital Regional Dr. Antonio Musa son menores de edad. Lo más alarmante es que casi la mitad de estos tienen menos de un año.
Pueden surgir accidentes, pero los descuidos podrían ser la causa principal. De ahí nuestra atención a que los padres, abuelos y tutores de los infantes y menores de edad presten toda la atención para evitar traumas y lesiones con secuelas que serán para toda la vida.
La cirugía plástica puede restaurar la función de partes del cuerpo quemadas, pero las cicatrices son irreversibles. Cuando un paciente se quema, ya sea por escaldadura (líquidos calientes) por fuego directo (flamas) o por contacto con cuerpos sólidos o químicos los cirujanos plásticos podemos hacer injertos de piel o colgajos (transposición de piel de un lugar a otro) para lograr la función de algún pliegue, ya sea del codo, rodilla, cuello, etc. O quizás de un párpado o de los labios, pero el aspecto estético jamás se podrá restaurar en quemaduras de segundo y tercer grados.
¿LISTA PARA PLANIFICAR TU CIRUGÍA?
Las quemaduras eléctricas por descargas al contacto con cables de electricidad producen aún mayor daño, ya que el arco voltaico que se produce cuando la corriente entra y sale del cuerpo, además de lesionar la piel, podría causar un paro cardíaco y la muerte.
Son lamentables los casos quizás por alguien sin experiencia que trate de manipular cables eléctricos, en su casa, oficina o en la calle. Peor aún los niños que sin saber se ponen en contacto con la electricidad.
Tener siempre pendiente alimentos dejados en estufa, o quizás en el microondas. Lo mismo con el traslado de alimentos calientes, o quizás con agua hirviendo para llevar al baño y tibiar agua para bañarse.
Un caso más leve desde el punto de vista del daño que produce son las quemaduras de primer grado por insolación. Aunque no necesita tratamiento inmediato con cirugía, los daños de la exposición prolongada al sol son irreversibles, estimulan el daño celular y envejecimiento de la piel además de causar cáncer de piel.
Solearse y estar bronceado era antes sinónimo de bienestar, hoy en día es imprudente exponerse al sol sin la debida protección con prendas de vestir y protector solar.
Sin lugar a dudas la prevención es la clave para mantenernos sanos en muchas de las enfermedades que aquejan nuestra sociedad.